Con notables variantes en su recorrido habitual de los últimos años, fue presentado este martes el trazado de la edición 101 de Milano–Torino. Prueba de categoría (1.HC) que se cumplirá el próximo 5 de agosto y no tendrá como ha sido la constante el ascenso final a Superga.

La prueba en la que el año anterior Michael Woods se alzó con la victoria, es en la previa un escenario ideal para la presencia y disputa por la victoria entre especialistas en el sprint, por cuenta de la constante planicie en su altimetría. En total serán 198 kilómetros desde la partida en Mesero hasta el punto de meta en Stupinigi, los que se encargarán de definir al vencedor de la edición 2020.

El comunicado publicado por RCS Sport confirma que el recorrido será adecuado para sprinters. “Probablemente será un Milano-Torino para los velocistas, dada la ruta principalmente plana. Comenzaremos desde Mesero a las afueras de Milán para terminar frente a la Palazzina di Caccia de Stupinigi, una de las residencias de la Casa Real de Saboya”.

La presencia de ‘escarabajos’ para esta prueba aún no está confirmada, aunque por la altimetría presentada se podría adaptar a las condiciones de hombres de alta potencia en el embalaje como Álvaro Hodeg, Fernando Gaviria y Sebastián Molano. Descartándose prácticamente la presencia de hombres como Egan Bernal -sexto el año anterior-, Miguel Ángel López y Rigoberto Urán -campeones en las ediciones 2016 y 2017.

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