A Alberto Contador se le ha atragantado la parte final del Muro de Huy y ha cedido 18” respecto al vencedor Joaquim Rodríguez y Chris Froome, segundo y nuevo líder el británico. En la General, el ciclista español acumula un retraso de 36” sobre el maillot amarillo.

El corredor del Tinkoff-Saxo iniciaba la ascensión final al lado de Froome, después del excelente trabajo, un día más, de sus compañeros de equipo. Sin embargo, al final no podía seguir el ritmo de Froome y Purito. “La verdad es que se ha hecho realmente duro, iba supertrabado, me costaba mover la bicicleta, y hemos perdido un tiempo muy bueno, muchísimo, pero hay que seguir centrado e ir día a día”, decía nada más acabar la etapa. "Decía antes de salir que estos días si tienes un mal día se pueden hacer más diferencias que en una etapa de puerto de montaña largo y así ha sido. Íbamos bien, pero ha sido una carrera muy rápida, a un ritmo impresionante, lo importante era evitar caídas”, apostillaba.

Y reconocía la fortaleza de su principal rival, aunque sabe que esto no ha hecho más que empezar: "A Froome se le ve muy fuerte, que ha llegado en un momento de forma muy grande porque es un final explosivo casi consigue la victoria, pero queda mucha carrera y siempre hay que pensar de forma positiva. El maillot amarillo te da confianza, porque es un gesto de que estás bien, pero también te hace tener una serie de responsabilidades... Ya me gustaría a mí tener el maillot, significaría que estoy por delante".

En la General, por tanto, Contador se queda octavo a 36" de Froome y también por detrás de Van Garderen y Urán. Por su parte, aventaja a Nibali en 1:02 y a Quintana a 1:20.

No ponía ninguna excusa mecánica. “No ha habido ningún problema con el cambio. Quizá ha hecho muchísimo calor, tengo las piernas un poco duras. Quizá me ha faltado glucosa al final porque la última parte se me ha hecho realmente dura. Hay días que tienes mejores y hay días que peores. Hay que pensar que todavía queda mucho Tour por delante”, zanjaba. "Está siendo un Tour increíble, desde antes de la salida la tensión es grandísima, cada año la tensión es mayor. No se puede apreciar bien en televisión pero es increíble la lucha por las posiciones. Esto también te hace perder energía, pero es importante estar delante para evitar las caídas", afirmaba.

El martes le espera la temida jornada del pavés. “Mañana pues igual, hay que sobrevivir, estar atento y veremos cómo terminamos la etapa; puede pasar de todo. Ahora toca recuperar que mañana nos espera un día realmente duro. Sobre los adoquines, será una cuestión de supervivencia", adelantaba.

“La neutralización no tenemos ni idea de que ha sucedido, en carrera tampoco nos podemos enterar. Cuando se ha neutralizado, te llama la atención, he pensado que ha tenido que pasar algo realmente malo; si ha sido porque no había médicos en carrera, lo veo lógico y normal”, concluía.

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