El italiano Marco Canola (Bardiani-CSF) se ha impuesto en la decimotercera etapa del Giro de Italia disputada entre Fossano y Rivarolo Canavese, con un recorrido de 157 kilómetros, en la que el colombiano Rigoberto Urán (Omega) mantuvo la maglia rosa de líder.

Canola alzó los brazos con un tiempo de 3h.37.20, por delante del venezolano Jackson Rodríguez (Androni - Venezuela) y del francés Angelo Tulik (Europcar). A 11 segundos se presentó el pelotón con los favoritos.

En la general el colombiano Ribogerto Urán (Omega Pharma), segundo en la pasa edición, mantuvo su ventaja de 37 segundos sobre el australiano Cadel Evans (BMC) y en 1.52 minutos respecto al polaco Rafal Majka (Tinkoff).

Una jornada de transición después de la contrarreloj del jueves y de las próximas jornadas de montaña, el sábado en Oropa y el domingo en Montecampione, que aprovecho Marco Conala, un ciclista de 25 años y profesional desde el año 2012 para lograr el triunfo más importante de su carrera y rematar la escapada del día.

La escapada del día la protagonizaron Jackson Rodríguez (Androni - Venezuela), Angelo Tulik (Europcar), Maxim Belkov (Katusha), Marco Canola (Bardiani-CSF), Gert Dockx (Lotto) y Jeffry Romero (Colombia).

Una fuga que estuvo controlada por el equipo del líder Ribogerto Uran al no dejar que la diferencia llegara a los cuatro minutos cuando sólo faltaban 62 kilómetros. A partir de ese momento el relevo lo pasaron a los equipos con esprint, pero tuvieron que disminuir el ritmo de caza debido a una tormenta de granizo.

En la parte final de la carrera los equipos Trek y Giant fueron los más activos, pero no lograron anular la fuga de los tres escapados, de Canola, Tulik y Rodríguez que llegaron con diez segundos sobre el pelotón principal en el que estaban los candidatos al podio Uran, Evans, Majka y Quintana que también se dejo ver.

La verdadera montaña llega mañana, sábado, con final en Oropa, un punto simbólico del ciclismo italiano donde se recuerda a Pantani por su histórica remontada de 1999, y donde el ruso Ugrumov hizo sufrir a Induráin en 1993.

Una ascensión de casi 12 kilómetros que al final se endurece con rampas del 8 por ciento. Antes de Oropa habrá que superar Alpe Noveis, más que exigente, de 9 km al 7,9 por ciento y con rampas que llegan al 16, y Bielmonte, un puerto más tendido, pero de 18,4 kilómetros. Las tres dificultades concentradas en los 80 kilómetros antes de meta.

El domingo la cita es en Montacampione, otro obstáculo largo, de 18 kilómetros que puede marcar diferencias tras la etapa de Oropa.

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