Vincenzo Nibali ha demostrado ser un campeón, lo es cuando gana, pero también lo ha sido hoy, pese a que será segundo en la Vuelta a España. El italiano del Astana no ha parado de atacar a Chris Horner en toda la subida al Angliru, de lejos, a siete kilómetros, y no ha cedido hasta a falta de kilómetro y medio.

Nibali, por eso, se mostraba satisfecho, segundo en la Vuelta después de ganar el Giro. "Lo he probado todo pero no he podido. Ha sido imposible acabar con Horner, me tengo que conformar con esta segunda plaza. Pero me voy muy contento de esta Vuelta", decía tras llegar a meta.

"En el Angliru ataqué la primera vez sólo para probar la reacción de Horner, por ver si tenía las piernas para seguirme. Pero como el ascenso continuó y la línea de meta se acercaba traté de atacar una y otra vez y otra vez para batirlo. En un punto miré hacia él y vi lo mal que estaba sufriendo y pensé que podría ser posible... pero yo estaba sufriendo, también", explicó Nibali.

El siciliano alabó el trabajo de todos sus compañeros de equipo: "Atacamos en el descenso hacia la subida final, porque Andrei Grivko se adelantó y yo podía ir con él. Atacamos en el Angliru porque Paolo Tiralongo se adelantó y yo podía ir con él. Lo mismo con Jakob Fuglsang. Pero a pesar de todos nuestros esfuerzos, Horner fue el corredor más fuerte".

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