Solo 800 metros separaron a Robinson Chalapud, del Team Colombia, de concluir a lo grande una espléndida actuación de los Escarabajos en la 4ª etapa del Giro d’Italia, entre Policastro y Serra San Bruno, una de las más largas de la “corsa rosa”, con sus 246 kilómetros de recorrido. En el cuarto día de carrera el equipo se está comportando como todos esperaban: con ataques y un estilo irreverente que brinda grandes emociones. Y no es una casualidad que en la tarde italiana, el hashtag #GirodItalia se haya convertido rápidamente en “trending topic” de Twitter en Colombia.

Enrico Battaglin (Bardiani) ha puesto en fila a un grupo selecto de corredores para conseguir el éxito más importante de su vida deportiva, imponiéndose por delante de Fabio Felline (Androni ) y Giovanni Visconti (Movistar). Pero quien hizo que el final de etapa fuese impresionante fue Chalapud, protagonista con Danilo di Luca de un valiente ataque a 10 kilómetros del final, en el ascenso al último puerto de la jornada, Croce Ferrata. Chalapud pasó en cabeza por lo alto de este puerto de segunda categoría y en los 7 últimos kilómetros intentó aguantar junto a su compañero los acelerones del pelotón, que venía en su busca sobre un terreno en descenso y con el asfalto peligrosamente mojado. Di Luca y Chala debieron finalmente alzar la bandera blanca, apenas a 1 kilómetro de la meta, dejando a Battaglin las luces del escenario. Por parte del Team Colombia, señalar que también terminaron la etapa en el grupo de los mejores Darwin Atapuma y Fabio Duarte.

Anteriormente, y tras una breve escapada en descenso de Leonardo Duque, Carlos Julián Quintero pasó al ataque junto a otros 4 compañeros de fuga, abriendo una brecha de 30 segundos antes de que Sylvain Georges (Ag2r) intentase proseguir la aventura en solitario
Cuando la acción del corredor francés estaba por concluir a causa de la caza del pelotón que conducía el Sky, llegó la arrancada de
Danilo Di Luca, rápidamente contestada por Chalapud. “Me sentí bien durante todo el día, pero solo en la última subida encontré el terreno ideal para probar a hacer algo”, explicó Robinson. “No estaba seguro de si debía atacar o no, pero cuando vi partir a Di Luca comprendí que era el momento justo, y aceleré”.

“Creí en nuestras posibilidades hasta los últimos 1.000 metros, y ya entonces me di cuenta de que el grupo venía por detrás con mucha fuerza. No puedo decir que habría ganado al esprint, pero al menos hubiera tenido una oportunidad. De todas formas, tal y como me he visto hoy yo, y como he visto al equipo, no tengo ninguna duda que tendremos más posibilidades para llevarnos grandes satisfacciones”, concluyó Chalapud.

Como en el día de ayer, la primera fase de la carrera se vio animada por un grupo de 7 hombres en nada intimidados por los 246 kilómetros que había que recorrer hasta la meta de Serra San Bruno. El gran grupo conducido por el Katusha dejó que la ventaja de los fugitivos llegase a los 7 minutos, si bien controló en todo momento la situación, ya que uno de los escapados – Emanuele Sella (Androni) – tenía un retraso de apenas 2:49 con respecto a la “maglia rosa,” Luca Paolini. Incluso así, el grupo de fugados se fraccionó a los 65 kilómetros de la llegada, cuando el pelotón se les echó encima prepotentemente, siendo Miguel Mínguez (Euskaltel) su último superviviente, cazado antes del ascenso a la Croce Ferrata, de 2ª categoría, donde el ataque del grupo de Quintero inflamó la carrera.

“Creo que hemos disputado una gran etapa”, confirma un sonriente DD Valerio Tebaldi, “y estoy muy impresionado de los ataques de Carlos y Chala, llegados ambos al final de una prueba de 246 kilómetros. Hoy he visto un muy buen equipo, con una gran actitud, y espero que seguiremos así, en el buen camino”.

El Mánager General Claudio Corti añadió: “Creo que se trata de una prestación deportiva muy importante, porque demuestra sobre todo a los chicos- que pueden ser muy competitivos en esta carrera, y jugársela con los grandes equipos del World Tour. Y ese es un aspecto verdaderamente importante desde el punto de vista mental.”

La quinta etapa, entre Cosenza y Matera, 202 kilómetros con dos subidas cortas al final del recorrido, la última de ellas ya en el centro de Matera. Una vez más, no faltarán los ataques y –pueden estar seguros- menos aún de los Escarabajos.

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